Trafica con un drama totalmente poco convincente, no consigue inspirar ni una sola risa sustancial, y Teto y Paula generan, como mucho, una chispa romántica.
Atrae nuestros corazones, ojos y cerebros lo suficiente como para justificar una recomendación, con la advertencia de que mantengas tus expectativas modestas.
La obra parece enfocarse en crear imágenes impactantes, descuidando el crecimiento de los personajes y los componentes temáticos que suelen ser esenciales en series y películas de calidad.
Los personajes carecen de profundidad y se pierden en una historia que recuerda a las obras de M. Night Shyamalan, retorciéndose hasta alcanzar un punto de saturación.