Puedes verla, pero con cierta cautela. La película realiza una aserción confiada y progresiva sobre la importancia del feminismo, pero al guion no le hubiese venido mal alguna que otra revisión.
No es en absoluto un visionado sencillo, pero como ardiente crítica moral de sus corruptas instituciones, es un grito ténue a favor de quemar todas sus bases.
Me ha dejado indiferente: sus bazas son casi exclusivamente lo que hemos visto antes. Las interpretaciones son entrañables, pero imitaciones de los personajes que ya conocemos.
No creáis que tiene un enfoque centrado. Es una aproximación casi experimental a lo que parece ser el fracaso del experimento estadounidense. ¿Deberíamos reírnos? Tal vez no, pero aquí estamos de todos modos.
Esto me tiene muy revuelto. Y poco implicado, indiferente y terminantemente aburrido. Ni siquiera es una chorrada de risa; simplemente es asfixiantemente aburrida.