La serie se extiende a lo largo de siete episodios, presentando numerosas subtramas que desvían la atención, lo que complica un concepto que al principio resultaba interesante.
Una adaptación que se siente torpe y mediocre. La compleja mitología llena de intrigas políticas, especialmente en los primeros episodios, puede resultar confusa y difícil de seguir.