La guionista-directora debutante sorprendentemente muestra grandes dotes de mando, y lo más importante, es capaz de controlarse, teniendo en cuenta el tema.
El traslado de la página a la pantalla simplemente no funciona. Lo peor de todo es Rudd, que no tiene el misterio ni la intriga que caracterizan al Berg del libro.
Gracias a la habilidad innata de Herzog para que el ritmo fluya, es uno de los documentales más importantes del año porque trata un tema de actualidad que es relevante en nuestros tiempos.
Kelly presenta algo demasiado directo, con un estilo plano y sin incidentes que no atrae al espectador ni ofrece nada significativo en lo referente a las complejas y problemáticas psicologías de la historia.
A veces resulta complicado de ver. Es una experiencia angustiante e incluso insoportable en ciertos momentos. Es evidente que Ryan tiene talento, aunque quizás aún no esté completamente desarrollado.
Danny McBride y Rosemarie DeWitt brillan en la pasada de vueltas 'Arizona'. La química entre ellos es peculiar y, en ocasiones, parece que no logran encajar del todo.
Una película oscura y desternillante que logra el tono perfecto para que el sentido del humor se integre de manera efectiva con la narrativa. No permite ni un solo momento de aburrimiento.
'Rupture' logra captar la atención del público a lo largo de gran parte de su duración de 102 minutos, aunque pierde un poco de fuerza en el desenlace.
El guion de Ingelsby opta por enfocarse de manera desafortunada en los pobres gustos de Deb en hombres, en vez de explorar la angustiante desaparición de su hija.
Un producto relevante de su tiempo que convierte un subgénero repulsivo en un alegato feminista desgarrador. Presenta una actuación cautivadora y atrevida de Olivia Wilde.