Broomfield es hábil en hacer que sus cuestionables sujetos se expresen, pero no destaca en desenterrar la verdad. Dedica demasiado tiempo al juego del 'él dijo/ella dijo'.
A veces resulta entretenida, aunque en ocasiones peca de falta de inteligencia. Su fracaso puede atribuirse en parte a lo que logra: muchos espectadores no estarán listos para que una situación tan adversa se trate de un modo tan trivial.