Este último 'Star Trek' vacila de manera entretenida entre la tontería y lo Shakespeariano. Después de un comienzo algo inestable, muy a la vieja escuela, la comedia llega a toda velocidad.
Más un 'blockbuster' de acción que de terror, contiene espectaculares escenas de multitudes pero el film carece de un sustento potente, tanto emocional como a nivel sangriento zombie-caníbal.
El trabajo excepcional y trascendental de Stanley Kubrick resalta su inteligencia, especialmente cuando se analiza en contraste con la laboriosa y costosa 'Interstellar'.
Esto podría ser ideal para un viaje escolar de niños que empiezan a aprender español, ya que presenta una gran aventura al estilo de Harry Potter, lo que hace que no se necesiten subtítulos.
Sam Mendes y Craig han encontrado una gran comodidad en la saga, logrando una fórmula que, al igual que el vehículo de Bond, se muestra resistente y sólida.