Sus escenas de sexo no son tan notables por su lascivia, aunque son bastante sexis, sino por lo que Kaufman y los actores transmiten a través del lenguaje corporal.
Marsden y Diaz transmiten verdadera calidez como pareja central. Kelly logra mantener la tensión de manera efectiva, incluso en momentos en los que la trama no es del todo clara.
Sus escenas de acción están bien ejecutadas y tiene momentos de suspense cuidadosamente elaborados. Quizá sea la película de acción más ambiciosa desde 'The Matrix'.
Mann toma todos los instintos adquiridos como productor de 'Miami Vice' y elimina sus excesos. El resultado es un thriller inquietante, cuyo estilo engañoso complementa a la perfección su intensidad psicológica.
Una versión a lo 'Doctor Who' de 'The Poseidon Adventure'. No hay suficiente trama para rellenar 90 minutos, y gran parte del episodio se mueve entre un desarrollo aceptable y uno deficiente.
Es fiel al tono y al espíritu de la novela de Adams y eso cuenta mucho. No todos los momentos funcionan, especialmente en la mitad, pero sale adelante gracias a su energía.
Gana puntos por su bravuconería estilística y su coraje para dar los giros más oscuros de la saga, pero pierde esos puntos siendo aburrida de manera imperdonable.
Una aventura de ciencia-ficción dulce, descaradamente cursi y apta para matinés, protagonizada por Lance Guest en el papel de un prodigio de los videojuegos en un parque de caravanas.
Verbinski sabe cuándo incorporar escenas de acción impactantes y cuándo permitir que los personajes asuman el protagonismo de la historia. Domina ambas modalidades con gran maestría.
Se apoya en dos elementos: la actuación de su estrella y la habilidad del director para hacer que un espacio cerrado sea tenso. En ambas dimensiones, el episodio está a la altura.