Una agria comedia romántica, sólo esporádicamente entretenida. Los personajes son apenas algo más que figuras planas, y tanto los sucesos de la película como sus diálogos son arbitrarios.
La protagonista existe con una intensidad que muy pocos cineastas son capaces de lograr, todo gracias a la manera singular con la que Leigh crea a sus personajes.
Una obra llena de exceso y pasión, que se presenta como una extensión desordenada de una película. A veces resulta irregular e incierta, pero lo que realmente importa es que siempre se siente cálida, accesible y rebosante de vida emocional.
Aunque su historia sobre inadaptados que buscan el amor tiene momentos atractivos, más a menudo resulta ser una fábula prepotente sobrecargada de falso 'joie de vivre'.
No sólo la película es excelente, sino que es maravillosa e inconfundiblemente checa. Conmovedora, humanista, e irresistiblemente simpática, El amor en tiempos de odio tiene esa característica habilidad de destilar risa de situaciones más bien dolorosas, manteniendo así un balance de humor, ternura y potencial tragedia.
Al igual que los apodos que utiliza la película para sus personajes, que si bien no son malos, tampoco resultan especialmente graciosos, 'Cold Pursuit' comienza a perder sentido a mitad del metraje y no logra recuperarse.
Utilizando su gran habilidad para recrear diálogos cómicos, los Coen exageran las convenciones más familiares del género para ofrecer un producto realmente brillante.
La historia se sostiene gracias a la fascinante creatividad de J.K. Rowling. Al permitirnos experimentar el asombro de Harry, también nos brinda la oportunidad de redescubrir nuestro propio asombro.
Un poco por encima del thriller promedio. En primer lugar, está armada con suficiente profesionalismo para hacer que casi (pero no del todo) olvides las inverosimilitudes a las que son inevitablemente proclives las películas como ésta.