Una película de guerra eficaz y satisfactoria. Ofrece una visión original de elementos convencionales y se ve reforzada por las sutiles interpretaciones de Hanks y compañía.
A pesar de los personajes arquetípicos y de una trama un tanto formulista, tiene la convicción de evitar atar las cosas con un lazo y nos permite el privilegio de imaginar adónde irán sus habitantes después.
El guion presenta menos carencias y ofrece giros argumentales que satisfacen a los fans. Aunque Bousman maneja adecuadamente los momentos de acción, su experiencia en el mundo del videoclip lo lleva a apresurarse en momentos clave.
Tiene todos los elementos que podrían hacerla emocionante y visualmente es deslumbrante, pero le falta la conexión emocional necesaria para hacerla interesante.
Podría ser un poco más divertida, y eso puede llegar a medida que los actores secundarios vayan asumiendo papeles más destacados, pero los primeros episodios auguran una serie que debería acabar ganándose a los fans.
El cineasta logra una verosimilitud exagerada, aunque la comedia resulta ser sorprendentemente plana. El elenco presenta algunas frases ingeniosas, pero la sonrisa de Reynolds no es suficiente para mantener el interés.
Varias cintas han indagado en el mundo submarino, pero raras son las que lo hacen con la profundidad y efectividad de 'Deep Blue', obra de los creadores de la aclamada serie 'Blue Planet'.
Las referencias, conscientes o no, recuerdan constantemente a la audiencia que hay otras películas mejores. Visualmente fluida y segura, acaba perdiéndose en un lodazal de influencias.
Su repetitiva estructura episódica reduce la tensión de forma innecesaria, lo que convierte a la película en una experiencia menos aterradora de lo que podría haber sido.
A pesar de contar con comediantes como Zahn, Garlin, Justin Long y Jonah Hill, así como con veteranos como Ernest Borgnine, Joe Don Baker y Robert Patrick, la película no logra ser divertida en absoluto.
98 minutos de diversión vibrante, donde Hyams permite que la historia se desarrolle con calma, manteniendo siempre el interés sin caer en la monotonía.