Una película de guerra eficaz y satisfactoria. Ofrece una visión original de elementos convencionales y se ve reforzada por las sutiles interpretaciones de Hanks y compañía.
A pesar de los personajes arquetípicos y de una trama un tanto formulista, tiene la convicción de evitar atar las cosas con un lazo y nos permite el privilegio de imaginar adónde irán sus habitantes después.
Tiene todos los elementos que podrían hacerla emocionante y visualmente es deslumbrante, pero le falta la conexión emocional necesaria para hacerla interesante.
Las referencias, conscientes o no, recuerdan constantemente a la audiencia que hay otras películas mejores. Visualmente fluida y segura, acaba perdiéndose en un lodazal de influencias.
A pesar de contar con comediantes como Zahn, Garlin, Justin Long y Jonah Hill, así como con veteranos como Ernest Borgnine, Joe Don Baker y Robert Patrick, la película no logra ser divertida en absoluto.
98 minutos de diversión vibrante, donde Hyams permite que la historia se desarrolle con calma, manteniendo siempre el interés sin caer en la monotonía.
Esa película se siente sacada de una plantilla, afectada por un guion predecible y una falta de originalidad. Nos deja con la impresión de que hemos tenido experiencias cinematográficas similares previamente.
Dunn afirma que ha respaldado su gusto musical desde los 12 años. La película presenta una discusión estructurada y profunda sobre las virtudes del metal.
Los momentos de reflexión son lo que realmente diferencia este documental de otros sobre rock. Es cautivador y doloroso ver cómo Hoon, con su estilo de vida tan característico del rock 'n' roll, lo analiza y comparte.
Un retrato íntimo de la abogada iraní y activista por los derechos humanos Nasrin Sotoudeh. Con un acceso sorprendente a su vida, el film consigue algo estimulante, aunque no siempre fluido.