Si eres como yo y tienes una obsesión paternal por inducir a tus hijos a adorar desde Sinatra hasta 'Shake It Off', 'Sing' puede ser tu herramienta más eficaz desde 'Happy Feet'.
'Star Wars' es una película digna, pero no puede considerarse un clásico. Resulta llamativa la desfachatez con la que repite los 'grandes éxitos' de la saga.
Cuando se reúnen jóvenes y vehículos veloces, el resultado suele ser una combinación poco inteligente. Sin embargo, incluso si decides desconectar tu nivel de razonamiento, terminarás sintiéndote abrumado por este extraño combo.
Tuve la sensación de estar sentado frente a una obra de la escuela de cuarto curso en la que no aparecía ningún hijo mío: la definición misma de una pesadilla.
Para ser cortés, podría mencionar que los guionistas no pusieron mucho esfuerzo en el trabajo de escritura, ya que eran conscientes de que los animadores eran los verdaderos protagonistas.
Normalmente me agradaría la idea de contemplar el rostro de Nicolas Cage arder, pero, lamentablemente, 'Ghost Rider: Spirit of Vengeance' no se presenta como un documental. Su interpretación de Johnny Blaze resulta más de un torturador que de un personaje atormentado, convirtiendo al público en la verdadera víctima.
Aunque es hermosa, 'Hugo' no logra captar la esencia de la infancia. No logra transmitir el miedo ni la injusticia que generan las reglas de los adultos ni la sensación de descubrimiento que se experimenta en la niñez.
Los padres deberían llevar a sus hijos a 'Hoodwinked Too! Hood Vs. Evil', ya que nunca es demasiado pronto para adquirir la valiosa habilidad de salir de una película y pedir un reembolso.
Una animación en 3D poco atractiva y sin encanto. Parece que los directores elaboraron una lista de criaturas que han sido protagonistas en el cine animado, y al darse cuenta de que había pocos lobos, decidieron crear una película con esta motivación.
Para tratarse de una película sobre abusos sexuales, da la impresión de que podría ser también de hacer café, de leer el manual de instrucciones de una aspiradora o de cómo se desatasca una fotocopiadora.
Una de las películas de mente más retorcida jamás realizadas, que me dejó en una disyuntiva entre aplaudir o sentir náuseas. Un espectáculo de terror insólitamente perturbador.
Algunas risas, muchos agujeros en 'Drillbit'. Tratando de mezclar farsa con corazón, es tan comovedora como Kenny G y tan extravagante como la televisión pública norteamericana.
La película de Carney es la juventud personificada, loca e incontrolable; en varios momentos, es tan exuberante como 'The Commitments' y casi tan emocionante como 'Once'.