Grimaldo es un verdadero talento emergente. Faus demuestra su habilidad tras la cámara, aplicando un enfoque que resalta lo esencial. Sin embargo, a veces sufre pequeños altibajos en el control del ritmo y la creación de tensión.
Romero destaca como una directora prometedora. Su enfoque visual es impecable, permitiendo que los actores se expresen con la naturalidad del día a día.
El director ha explorado nuevas formas de expresión en su propuesta, sin perder de vista la intimidad emocional que lo caracteriza. Las coreografías en esta obra actúan como un medio para expresar emociones complejas que son difíciles de transmitir con palabras.
Reúne todos los elementos de la singularidad nórdica, con personajes enigmáticos y una forma peculiar de crear conexiones entre ellos. Ideal para quienes disfrutan del noir nórdico y están preparados para la tensión.