El biopic que todo músico desearía protagonizar. Fascinante coproducción hispanoargentina sobre el rockero zaragozano Mauricio Aznar, interpretado magistralmente por Pepe Lorente.
El cineasta no menciona la política de ningún país europeo, pero provoca una reflexión sobre nuestra propia realidad. Una vez que nos enfrenta a estas imágenes, resulta complicado permanecer indiferente.
Una producción exquisitamente británica, con actores soberbios. Sin embargo, el duelo dialéctico no logra captar la atención y la premisa se siente más brillante que el resultado final.
Puro magnetismo motero para nostálgicos de la América de los años de Vietnam. Jeff Nichols dirige a Austin Butler, Toma Hary y Jodie Comer, deslumbrantes.
El punto de vista resulta infalible: ellos mismos relatan lo sucedido. Sin embargo, en el uso de este recurso, la película tropieza repetidamente. Es una experiencia de placer culpable que recuerda los escándalos de los años 80.
Tiene una historia y una identidad con la capacidad de aportar y trascender. Bajo la batuta de los directores y con el buen guion de Diego Sotelo y David Moreno, se desmarca como un certero retrato de nuestra historia.
Ha construido bien los cimientos de sus tramas con respecto a la obra original, pero no logra lucirlos como se esperaba de una superproducción de su envergadura.
Pasa el corte como una serie cumplidora para un maratón por su mezcla de géneros, sus ingredientes de culebrón y sus puntos de giro, pero provoca a su vez una reivindicación: que en Galicia hay más que narcos y que lo interesante sería que la próxima serie de esta temática tenga algo importante que contar.
Bien narrada, es una historia disfrutable también para aquellos que no conocen su versión en consola. Aunque se trata de una historia de superación que ha sido contada en numerosas ocasiones, logra captar la atención del espectador.
Scott crea una película clásica de dimensiones épicas, una epopeya que destaca por sus batallas espectaculares y la sobresaliente interpretación de Josefina a cargo de Vanessa Kirby.
La gran virtud de esta película radica en su elenco experimentado, que suma más de 200 títulos y muchos años en la profesión. El film brilla cuando se mueve en la humildad, presentando un relato que, a pesar de su amargura, destila luz.
Su gran mérito es abordar algo tan manido como la crisis de los treinta y tantos en una mujer, cuando la alarma del reloj biológico está continuamente sonando, con tremenda inteligencia y sensibilidad.
Desconcertante cinta donde Diop desafía las convenciones del género y del lenguaje del cine. La narrativa se construye a través de extensos planos estáticos protagonizados por una mujer en un estado de calma inquietante.
Están todos los arquetipos del género, meticulosamente estudiados y ejecutados. Al mismo tiempo, está todo su universo metido en un rancho. Ambos territorios conviven con absoluta naturalidad.
Una obra monumental que logra lo que toda ficción, independientemente de su naturaleza autobiográfica, busca: que los personajes se vuelvan significativos para el espectador, que despierten cariño y que se desee sinceramente su bienestar.
Un thriller intrigante que deja al espectador con ganas de más. Es un producto entretenido, pero no aprovecha su prometedor comienzo para ofrecer una experiencia más frenética e intensa.
La búsqueda constante de la adrenalina desvía la atención de la historia y del proceso interno de una mujer atrapada en un dilema: ¿debería ser policía al servicio de los poderosos o de los más vulnerables?
Un intenso thriller independiente que es poco probable ver en TVE. Se aleja de la violencia para explorar a fondo las complejidades y oscuros secretos de sus tres personajes principales.