Es notablemente desagradable, no solo porque es moralmente ofensiva, sino porque se esfuerza por lograr ese estilo pícaro y artificial de John Waters, pero sin ninguna compensación ingeniosa.
La verdad es que puedes encontrar absurdos más entretenidos y nihilismo más emocionante viendo un episodio medio de 'Melrose Place' o 'Beverly Hills, 90210'.
La defensa habitual de estas telenovelas producidas en Hollywood es que la calidad de las interpretaciones suele compensar las fallas del guion. Sin embargo, en este caso, ni toda la emoción del mundo puede solventar esta deficiencia.
Es una de esas embarazosas comedias intergeneracionales en la línea de 'Meet the Fockers', donde los niños pueden disfrutar viendo a los adultos parecer ridículos.
Brooks, a pesar de su habitual falta de chispa, ha logrado un remake de la comedia de Ernest Lubitsch de 1942 que podría considerarse su mejor esfuerzo desde su debut en 'The Producers'.
El trabajo de los especialistas es excepcional, mientras que el drama y los diálogos son tan intensos que podrían hacerte perder el apetito. Estoy ansioso por ver 'Extreme Ops II'.