Benmayor reafirma su habilidad para conseguir imágenes que golpean al espectador. Si bien aquí se deja llevar en ocasiones por lirismos visuales excesivos, es una película que atrapa al espectador y ofrece giros inesperados.
Su fascinante sintonía de historias y archivos reales, combinada con constantes saltos temporales, revela las infinitas oportunidades que ofrece el documental creativo.
Es imposible no hacer referencia a 'Buried', de Rodrigo Cortés, al hablar de la valentía tanto estilística como conceptual presente en 'La cueva'. Montero se aleja de cualquier inclinación hacia un enfoque catastrofista.
El conjunto no resulta muy sólido y la película se dilata en la parte final. Pero Allen introduce algunos gags y diálogos impagables que seducirán al espectador.
Resalta el capítulo dirigido por Elia Suleiman. Julio Medem logra cumplir con las expectativas. Por su parte, el francés Laurent Cantet presenta un epílogo impresionante.
Hooper y un elenco impresionante logran que 'Los miserables' se desarrolle como un susurro en la mirada del espectador, que se siente profundamente conmovido, identificándose con los personajes y las situaciones casi sin cesar.
Con elementos sutiles que buscan generar un impacto emocional constante, Mariana Rondón construye una narrativa íntima que se desenvuelve en un contexto social que a menudo resulta abrumador.
Presenta estereotipos y no evita ciertos lugares comunes. Sin embargo, se aleja de la ingenuidad que caracteriza gran parte del cine comercial norteamericano. Los tres personajes centrales emanan la opacidad propia del thriller.
Policías corruptos y narcotraficantes se entrelazan en una trama que, aunque puede resultar confusa en ocasiones, logra mantener al espectador cautivado y atento en todo momento.
Risible parodia que parece recuperar a aquellos entrañables Abbott y Costello de la década de los 50. Una película de bajísimo presupuesto pero realizada con esmero.
Pierre Schoeller utiliza un enfoque casi documental con su cámara para retratar las sombras que acechan en los despachos gubernamentales. Se trata de una película digna de ser vista.
Tiene un prólogo espeluznante. Sin embargo, algunos giros de la trama resultan poco creíbles, dejando en evidencia el deseo de impresionar al espectador.
Demasiado complaciente con lo que cuenta, es una comedia a la que le hubiera venido bien mayor acidez. Un tono más malévolo en situaciones y personajes.
Su dilatado metraje puede asustar, pero la película es una maravillosa joya que el espectador siente en todo momento muy cercana, proporcionando además irónicos contrastes (...) Puntuación: ★★★★★ (sobre 5)