No tiene interés en contar una tragedia real sino en ficcionarla. El verdadero potencial de 'Tiger King' reside en su fuente y no en su forma, al descubrir a un personaje tan fascinante como Joe Exotic. Solo podemos interpretar esta obra como un show extremo centrado en la personalidad.
Este actioner urbano con reminiscencias al spaghetti western no solo no se avergüenza de su textura de directo-a-vídeo, sino que asume esa modestia formal como una extensión de su filosofía marcial. El combate (casi) definitivo del filme es, simplemente, excelente.
Divertidas interferencias del más allá para desconectar de la temible normalidad. La serie encuentra en la mesura su balance, entre gags agudos sin caer en lo hilarante y atmósferas inquietas.
El angustioso retrato sobre la ludopatía enriquece y da sentido a una clásica intriga judicial. Un producto llano y fácilmente accesible, sin estridencias, con corrección.
Esta nueva versión de la historia de Django, si bien no logra replicar la atmósfera oscura del trabajo de Corbucci, presenta escenas impactantes, como el incendio del salón por la noche, donde el vengador, envuelto en llamas, acentúa su naturaleza casi mítica.
En estos primeros dos episodios se percibe una intención de desafiar las normas establecidas. Aunque todavía no posee la fuerza necesaria para lograrlo, merece una chance por sus buenas intenciones.
La seriedad excesiva del procedimental de T5 y Amazon lo lleva a estar al borde del fracaso. Se trata de una serie judicial que, en su intento por superar las normas de su género, termina intensificando sus fallos.
La historia inicia como una sátira sobre la monótona vida del ciudadano español durante el final del franquismo, pero se transforma en una inquietante pesadilla tecnológica y lingüística, abriendo la puerta a terrores antes inimaginables en imágenes.