Ni Shailene Woodley puede salvar a la insufrible 'Insurgente'. La película cae en un abismo de aburrimiento que rara vez se ve en las segundas partes de las sagas adolescentes.
Ajena a la lógica narrativa y a las leyes de la física, la arquetípica 'San Andreas' ni siquiera se acerca al poder estelar de otras películas de desastres más antiguas y mejores.
'El gran Gatsby' de Baz Luhrmann es la primera cita obligatoria de los estrenos de la temporada de verano de Hollywood, aunque sea sólo por su asombrosa evocación del Nueva York de los años 20 - y además en 3-D.
Ofrece suficientes delicias visuales y secuencias de acción para satisfacer a los fans y mucho más humor que las otras películas de 'El Señor de los Anillos', aunque solo ocasionalmente logra alcanzar la grandeza de la trilogía.
Lo que hace que 'Surfers Storm 3-D' resulte fascinante es el asombroso material filmado en el interior de las brutales olas, que es diferente a cualquier otro que haya visto antes.
Es complicado sentirse atraído por lo que sucede en esta confusa franquicia hipotética, que salta de una escena a otra sin lograr desarrollar algo verdaderamente emocionante.
Todo lo que un taquillazo veraniego debería ser, pero casi nunca es: una ingeniosa y vigorosa obra de entretenimiento. Me alegra informar que, de manera definitiva y positiva, el final ha valido la pena.
Yo milagrosamente sobreviví al preestreno con un fuerte dolor de cabeza y ligeras náuseas; otros puede que no tengan tanta suerte. Confusamente frenética.
Hilarante. La película se esfuerza por ofender a prácticamente todos, desde mexicanos hasta judíos, afroamericanos, y especialmente a los cristianos evangélicos.