Es tan inofensiva y deshonesta que parece que sus personajes pertenecen a diferentes facciones de socialistas que discuten en Greenwich Village en los años 20.
No existe una trama coherente ni personajes relevantes. Tal vez deba afirmar que hay una sobreabundancia de historia, donde los elementos narrativos están entrelazados de manera desorganizada y carente de emoción.
Es una obra de entretenimiento superficial, repleta de sexo y violencia sin propósito claro. Si no logras comprender la trama en los primeros instantes, probablemente te hayas perdido el hilo.