La nueva entrega de 'The flight attendant' mantiene su atractiva combinación de comedia y misterio, junto al encanto de Cuoco como su atolondrada, pero cautivante protagonista.
Una película que transita desde la comedia más oscura hacia el drama y después al suspenso, presentando una mezcla casi perfecta de sátira y crítica social.
Este remake resulta ser una versión inconsistente, además de presentar la interpretación de Neeson como una versión deslucida de la actuación que Skarsgård ofreció en 2014.
Este exceso de inspiración provoca que la pantalla se llene de personajes y subtramas, lo que para quienes son nuevos en el universo de Hellboy puede resultar más confuso que entretenido.
La realización dirigida por Patricia Font no busca la reflexión dramática, sino entretener con una historia simple y cálida. Aunque es bastante predecible, esto no le resta atractivo.
Logra enganchar, pero por momentos se siente algo confusa y abarrotada de situaciones y personajes, además de una verdadera sobredosis de Robert Downey Jr.
Una trama que se mueve cómodamente entre el deporte y la sensualidad, la comedia y el drama, en uno de los viajes fílmicos más entretenidos en lo que va del año.
Una pieza que con dignidad, y complementada por material de archivo sobre su romance y el trabajo de Góngora, presenta el claroscuro de una enfermedad y cómo el amor ayudó a encararla.
Más de dos horas llenas de aventura, risas y elementos de drama y gore, disponibles para que tanto familias como jóvenes puedan disfrutar de la experiencia.
Rowling, como guionista, intenta proporcionar muchas de las claves que impulsarán los siguientes tres filmes de la saga. No obstante, sobresalen los efectos especiales y las interpretaciones de Jude Law y Johnny Depp.
Una exploración de la icónica historieta ciberpunk que sigue las aventuras de la joven Alita y su destreza como luchadora, aunque el impresionante despliegue visual a menudo eclipsa la esencia de la historia.