Resulta inesperadamente emotivo y ocasionalmente encantador pasar tiempo con estos titanes del cine cuyos diálogos se convierten en algo significativo porque éstos tienen la suerte de ser articulados por el Sr. Redford y el Sr. Nolte.
'The Trip to Italy' coquetea con la seriedad; no obstante, de manera invariable, elige acertadamente la broma, los juegos de palabras, la diversión y el sol.
Durante dos fascinantes horas y media, 'Beyond the Hills' explora el tira y afloja entre lo colectivo y lo individual, entre la fe y el libre albedrío.
Frank Langella presenta una amplia gama de interpretaciones, desde lo encantador hasta lo caprichoso, con notable agilidad. En ocasiones, aparece como un loco encantador, en otras como un astuto zorro o un anciano sabio. Su actuación resulta ser un verdadero salvavidas para la película.
Una comedia divertida en momentos que debe mucho a Judd Apatow. Aunque él no figura oficialmente en los créditos, su influencia se siente a lo largo de esta broma-romance.
Ya apenas hay americanos que hagan películas sobre su país, más allá del Sr. Eastwood, un hombre cuya vitalidad como artista no muestra signos de menguar, incluso en un esfuerzo modesto como es 'Gran Torino'.
Una llamativa y preciosa avalancha de color, sonido y movimiento. Al final, lo que me hace ser algo reacia a esta brillante película, a la que es difícil resistirse, es que su alegría parece más calculada que honesta.
Vean el Holocausto trivializado, minimizado, con un toque kitsch, explotado comercialmente y secuestrado por una tragedia de una familia nazi. O mejor, con toda sinceridad: no la vean.
Un vulgar, chillón, profundamente vacío y demasiado largo apéndice a una serie que, con los años, se había expandido y había evolucionado de formas sorprendentes.
Una meditación sobre la identidad y la amistad, serenamente divertida y conmovedora, además de excitantemente inteligente. Se trata de una de las obras más apasionadas e intelectualmente desinhibidas de un joven director que he presenciado en años. Es una electrizante ópera prima.
Lo que convierte a 'Half Nelson' en un filme americano tanto inusual como excepcional es su énfasis en la conciencia política como un imperativo moral.