Tiene un comienzo muy entretenido, divertido y muy consciente del legado de space operas del que está bebiendo (...) y su humor va más por el lado del desarrollo de los personajes que por el gamberrismo.
Es menos redonda que 'El día de mañana', y seguramente va a generar bastante conversación (o debería), pero es efectiva y mantiene en todo el momento el control de lo que está contando.
'45 revoluciones' no es 'Vinyl', pero enfrenta un dilema bastante similar. Como presentación, resulta en algo que ya hemos visto antes, narrado a un ritmo acelerado.
Es concienzuda e intenta en todo momento no perder de vista a las víctimas y sus familias. Es parca en respuestas porque no hay certezas, aunque ofrece algunas, pero lo que interesa es mostrar que se podría haber hecho bastante más.
Un eficaz y previsible blockbuster de verano. La tercera temporada de la serie resulta muy entretenida, aunque también recurre a los mismos recursos de siempre.
Los recursos humorísticos de Carnahan resultan mucho más efectivos en esta ocasión que en 'House of Lies'. Además, su enfoque desmitificador, potenciado por la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, complementa la propuesta de manera notable.
Una adaptación literaria bien vestida. La ambientación es adecuada, aunque no alcanza el nivel inmersivo de 'La peste'. Las interpretaciones del primer episodio también son satisfactorias.
Es la fuerza de sus interpretaciones donde está el atractivo inicial de 'Inés del alma mía', aparte de adentrar al espectador por una historia muy desconocida en España.
Inofensiva pero con potencial, esta serie resulta ser una de las sorpresas del catálogo de Disney+. Habrá que observar cómo evoluciona la producción del musical.
Ese inicio de la docuserie capta de inmediato la atención del espectador, despertando el interés por el protagonista y generando la necesidad de seguir viendo. Los elementos narrativos utilizados contribuyen a que sea una experiencia bastante amena.
Puede ser complicado para la serie sostener todas las historias que presenta en sus dos primeros episodios y, fundamentalmente, fomentar el interés por cada una de ellas. Existe suficiente contenido.
La serie muestra una notable evolución. Su episodio inicial evoca en varias ocasiones el estilo de La casa de papel, la famosa serie que fue impulsada por uno de sus creadores, Alex Pina.
El primer capítulo de 'La valla' parece dudar en profundizar en sus aspectos distópicos. Aunque estos elementos están presentes, se encuentran dispersos, y será interesante ver si en los episodios futuros logran cohesionar.