Una parábola ecologista que usa animales adorables para posicionar a las mentes simples de que la vida en el campo es buena, y que la vida en la ciudad es mala.
Un vehículo muy oportuno para aquellos que no se cansaban de ver los Juegos Olímpicos de Invierno en televisión, pero que va más allá del simple oportunismo para ofrecer una historia entre bastidores que funciona.
La exploración del asesinato y el engaño en 'Diabolique' está magistralmente controlada por Clouzot. Las imágenes en blanco y negro de Clouzot son una obra maestra.
La película, con una duración de dos horas, se siente un poco extensa y no llega a resolver todos sus conflictos, aunque presenta algunos momentos intrigantes a lo largo de la trama.