No resulta ni entretenida ni logra acercarse al ingenio y encanto de las clásicas comedias de sexo protagonizadas por Doris Day, que son las que evoca.
Jean Arthur ofrece una actuación excepcional, caracterizada por una precisión sobresaliente y una expresión única. La narrativa avanza de manera ágil y dinámica, promoviendo la importancia de aprovechar cada instante.
El plano final de la película deja una impresión duradera gracias a su ingenioso humor. Sin embargo, la hora y media anterior resulta insípida, lo que hace que la experiencia en su conjunto no logre compensar la espera.
Brody y Malkovich comparten una química que resulta fascinante. La película, con su enfoque hipermasculino, ofrece una intrigante narrativa criminal que atrapa al espectador.
Brooks revela varias verdades inquietantes sobre las dinámicas entre padres e hijos adultos. Además, el regreso de Debbie Reynolds a la pantalla grande es un acontecimiento muy apreciado.