El guion es extremadamente inepto, resultando en una obra que no logra captar la atención del espectador. Universalmente mediocre y completamente olvidable.
Bourne se convierte en un mito. Aunque es una película llena de acción y combate, su profundo trasfondo político demuestra que Damon y Greengrass han creado su obra más desafiante hasta el momento.
Potente, aterradora y conmovedora, esta auténtica "Hurt Locker" ofrece una visión íntima y frecuentemente brillante sobre la experiencia del combate y la importancia de la camaradería.
Una subversión pulcra de la típica comedia adolescente que se ve arruinada por la mala elección de Hartnett para el papel y por una escena climática muy mal concebida.
Desprovista del sentimentalismo de muchas adaptaciones artúricas, enfatiza la sangre, las vísceras y la magia del monarca más grande de la historia de Inglaterra.