La narrativa presentada por Poitras y Goldin es tanto persuasiva como única. Aquellos que busquen un enfoque menos personal deben estar preparados para notar que los planos generales no son característicos del estilo de Goldin.
Tras dejar de lado el humor, la película se centra en la acción y el melodrama. El debutante director Park Hong-soo demuestra un buen dominio en su manejo, aunque carece de estilo.