'Cult' presenta un equilibrio perfecto entre diálogos absurdos y transiciones torpes, lo que permite que algunos espectadores la aborrezcan. Es una amalgama de tendencias culturales que resulta a la vez inquietante y sobresaliente.
La serie 'Dollhouse' está repleta de tramas y tecnología avanzada, pero carece de una conexión emocional genuina. Su ambición por abarcar diversas temáticas resulta en una falta de coherencia, haciendo que no logre destacar en ninguna dirección.
Aunque 'Van Helsing' no brilla con toda su intensidad, resulta difícil resistirse a los apocalipsis y a viejos enemigos. Pese a su llegada inesperada y su título poco afortunado, la película ofrece una mezcla de ambos elementos.
'Shadowhunters' demuestra que, a pesar de contar con un elenco atractivo, criaturas sobrenaturales y efectos especiales, estos elementos no son suficientes para asegurar la calidad de una serie.
'The Walking Dead' destaca la relevancia de los monstruos, equilibrando esta temática con la naturaleza humana y esos inquietantes momentos nocturnos que nos hacen sentir que aquellos a nuestro alrededor podrían devorarnos.
'Fortitude' mezcla elementos destacados de la ficción y la realidad, ofreciendo un intrincado y constantemente oscuro drama sobre la naturaleza humana.
No hay ninguna razón por la que esto no podría ser un procedimental perfectamente bueno excepto que no hay ninguna indicación de que alguien está tratando de hacer que lo sea.
La talentosa Lansbury, con su ocasional parecido a Bette Davis, resplandece en 'Murder, She Wrote'. Los elementos humorísticos de estos episodios independientes aportan un valor adicional a lo que sería un entretenimiento algo insípido.
Los crímenes de los primeros cuatro episodios nos deleitan con giros de la trama y condiciones médicas tan absurdas que con el tiempo resultan entrañables, al igual que, contra todo pronóstico, la interpretaciión de McCormack.
Los creadores Ed McCardie y Corinne Marrinan comprenden que son los personajes los que realmente marcan la diferencia en la televisión, aunque la variabilidad en los estados de ánimo de la fotografía también contribuye a la experiencia.
Con la ayuda de Zane y Anthony Head, que parece que ambos se lo estén pasando bomba, los giros puede que permitan a los espectadores pasar por alto los torpes diálogos y las tramas sin sentido.
La serie se siente descaradamente absurda y carece de originalidad. Su intento de fusionar la ciencia ficción con la sátira es interesante, aunque no se ejecuta de la mejor manera. Sin embargo, lo más destacado de 'Stitchers' es sin duda el gran desempeño de su elenco.