El ritmo es demasiado apresurado en los momentos más oscuros y cuando intenta ser un drama con D mayúscula acaba siendo, en el mejor de los casos, forzado, en el peor, irrisorio.
¿Hace que la V sea mejor en retrospectiva? No, por supuesto, pero quizás justifique su existencia en cierto sentido. El nuevo equipo creativo está creciendo. Ojalá continúen haciéndolo. Vamos a por la siguiente.
Los diálogos de Kernell están bien construidos, aunque no logran dejar una huella significativa más allá de la seguridad con la que son presentados. Es interesante notar que los momentos de silencio son los que realmente transmiten más emoción.