Me quedé fascinado con los tres primeros episodios. Si te gustan las ficciones históricas oscuras y los adoquines desgastados, y no te molesta explorar algunas de las facetas más sombrías de la humanidad, esta serie es para ti.
Se basa en un guion decepcionantemente convencional, con personajes comunes que carecen de dimensión y abreviaturas argumentales simplistas que se encontrarían en un libro de texto de bachillerato.
Honestamente, el arranque de la serie no es fácil; adornada —y a veces ahogada— por meticulosos detalles de la época y una iluminación demasiado perfecta, especialmente en la premier de Scorsese.
La serie de Fox se sostiene sobre una premisa juvenil, con personajes adolescentes poco maduros, padres ajenos a la realidad y chicas desenfrenadas. Sin embargo, cuenta con algunas escenas surrealistas muy ingeniosas y un tono optimista que justifican su visualización.
Es extremadamente reveladora y consistentemente entretenida. Y los detalles de la historia de Cunanan son menos conocidos que los de Simpson, por lo que el suspense de los episodios funciona.
Las tramas de la historia y los personajes son decepcionantes, ya que siguen la fórmula de los culebrones de acción post-apocalíptica que hemos visto en numerosas ocasiones.
No es una serie de ciencia 'cool', sino que sus crímenes se confunden con lo que ya vemos en la serie ''CSI'', y su reparto de secundarios es indistinto.
No hay nada patético ni simplista en la forma en que Gadd lo expone todo a lo largo de siete episodios de media hora y, lo que es más interesante, hay muy poca autojustificación.