McGuire sabe jugar con tus ideas preconcebidas, logrando que la película sea interesante incluso cuando se siente limitada por las convenciones del género de terror.
La habilidad de Geoghegan destaca al profundizar y aportar su visión única a una fórmula clásica de terror, superando la inteligencia del guion, la calidad del elenco y su destreza para los momentos impactantes.
Es una prueba de la destreza del director; una versión más amplia de una historia de fantasmas que reúne la característica mezcla de humor, terror y esencia del cineasta en dos ambiciosas horas de espeluznante diversión.
Un bombazo de película slasher, un pequeño filme inteligente y brutal capaz de complacer tanto a los fans acérrimos del terror como a los recién llegados.