Parece excesivo, pero si te encuentras entre los espectadores de terror que se dejan llevar por la pícara interpretación de Art the Clown, tienes la sensación de que ese es exactamente el objetivo.
McGuire sabe jugar con tus ideas preconcebidas, logrando que la película sea interesante incluso cuando se siente limitada por las convenciones del género de terror.
Un bombazo de película slasher, un pequeño filme inteligente y brutal capaz de complacer tanto a los fans acérrimos del terror como a los recién llegados.