No es una serie de anime cualquiera. Redefinió un género, aportó una nueva fórmula para las series japonesas y tuvo un gran impacto en la cultura nipona.
La serie conserva gran parte de los elementos únicos que la llevaron al éxito desde el inicio, y la química entre Tennant y Sheen sigue siendo el pilar que la afianza.
Redmayne y el guionista Ronan Bennett han logrado no solo desarrollar un antihéroe auténtico, sino también construir personajes secundarios cuyas historias son relevantes y generan interés.