El primer episodio resulta cautivador. A lo largo de la serie, se presenta una historia que sorprende continuamente, desafiando tanto las expectativas como la comprensión del espectador.
Una magnífica pieza televisiva. Los mayores elogios son para Garner, que transforma un personaje que últimamente se está convirtiendo en un tropo en alguien con dimensión y sustancia.
La serie presenta un desequilibrio, ya que parece tener una extensión excesiva o escasez de personajes, dejando a muchos de ellos sin suficiente desarrollo. Sin embargo, los seguidores de Lilley seguramente se engancharán y la disfrutarán de principio a fin.