Una magnífica pieza televisiva. Los mayores elogios son para Garner, que transforma un personaje que últimamente se está convirtiendo en un tropo en alguien con dimensión y sustancia.
La serie presenta un desequilibrio, ya que parece tener una extensión excesiva o escasez de personajes, dejando a muchos de ellos sin suficiente desarrollo. Sin embargo, los seguidores de Lilley seguramente se engancharán y la disfrutarán de principio a fin.