La película de Nair no es realmente la primera en utilizar un tablero de ajedrez como símbolo de las luchas vitales. Sin embargo, es una de las mejores.
Es casi perfecta en su forma de transmitir una emoción desgarradora, gracias a un actor claramente capacitado para enfrentar el desafío de interpretar en un docudrama de Paul Greengrass.
'Flight' es el espectáculo de Washington, quien se destaca en su papel. Sin embargo, Zemeckis y su equipo logran estructurar la narrativa de tal manera que Washington brille, ofreciendo resultados sorprendentemente efectivos.
Me he reído tres o cuatro veces, sobre todo con alguna trama secundaria, ya que el director MacFarlane tiene problemas con el ritmo, con la filmación y con el montaje de los gags visuales.
Arkin, en particular, apenas puede disimular su desinterés por el material. Algunas de las miradas que lanza a sus compañeros de reparto parecen contener un código secreto, que se puede interpretar como: 'Bueno, al menos yo estoy en 'Argo''.
El cine ha tratado en numerosas ocasiones la temática de la destrucción global de manera superficial; es momento de que enfoquemos nuevamente este tema con la seriedad que merece.
'Little Boy' plantea una cuestión que muchas películas emotivas evitan: ¿Es posible tratar narrativamente el bombardeo de Hiroshima de una forma entrañable? La respuesta es negativa.
En lugar de ser una provocación cómica y dramática, 'Big Eyes' establece un conjunto de emociones perdidas en un mundo de colores primarios con tonos pastel.