Visualmente, tiene una elegancia que es a la vez una virtud y una limitación. Szabó no es conocido por su elegancia visual, pero es muy bueno dirigiendo a los actores.
Entre todas las producciones polacas recientes, esta destaca por su excepcional combinación de técnicas realistas y observacionales, algo sorprendente para una directora debutante, además de un ingenioso sentido del género de terror.