Falla en sus propios términos, ya que poco a poco se rinde ante las convenciones de una simple película de monstruos, lo que hace que se pierda la fuerza emocional que se esperaría de un thriller psicológico.
Si hubiese sido algo peor, habría alcanzado el estatus de clásico por ser tan mala que resulta divertida. Es un error notable que no se puede pasar por alto.
Su núcleo emocional es deficiente, ya que parece más una serie de momentos aislados de una mujer caminando con tacones y un niño a cuestas. Aunque tiene sus momentos, en general, resulta solo un entretenimiento moderado.
Las situaciones abordadas son para un público maduro, y las insinuaciones sexuales son claras y contundentes. La obra destaca por su brillo dorado y las actuaciones de las actrices, que son realmente sobresalientes.
De vez en cuando, esta película transmite un profundo sentimiento y tono en los que se percibe la magnitud del anhelo humano, contrastado con la vasta inmensidad del espacio.
Perseguir a un hombre inocente es un error grave. Hacerlo de nuevo se convierte en un patrón preocupante. Este agente de policía no es un héroe, sino una verdadera amenaza.
Surge la tentación de decir algo bueno de 'Niños grandes 2' porque no causa ningún daño. Pero no, es una mala película, una película mala de la vieja escuela.
No es la obra maestra de Bergman, pero sí representa un excelente trabajo y un testimonio significativo de la creatividad de un gran artista en sus años avanzados.
Polanski dirige la película de manera precisa y efectiva. El humor que aparece de vez en cuando no alivia la tensión; al contrario, como en las obras de Hitchcock, contribuye a incrementar la sensación de angustia.