Imagina presenciar 'Escenas de un matrimonio' de Bergman, pero sin las escenas destacadas, sin un verdadero matrimonio y sin personajes que realmente capten nuestro interés. ¿Puedes imaginar algo más desalentador?
No es un logro menor para Andy Tennant generar tensión en el público con una narrativa que comienza con un 'Había una vez' y culmina en un 'Y vivieron felices para siempre'.
Historia sombría sobre una pareja de solitarios que se enamoran, tiene tanto las ventajas como los inconvenientes de una película dirigida por su guionista. Es sentida y sincera, pero ligeramente ingenua y despistada.
Iñárritu no nos ofrece un universo deslumbrante, sino la realidad tal cual es. Esta autenticidad, en sí misma, es hermosa e impactante, además de estar llena de dolor, terror y misterio.
La película sufre de una notable carencia de impulso narrativo, lo que hace que el suspense y el drama se desvanezcan. Las actuaciones de Kidman y Hopkins no logran conectar con sus personajes y, junto con una sensación de inevitabilidad, restan toda energía a la historia.
La comedia de intercambio de cónyuges de Stanley Donen revela su lado menos atrevido, aunque permite ver a Mitchum desempeñando con eficacia un papel cómico.
Lo que nos queda es una película que cuenta con buenos momentos de todos los actores, pero que, por una serie de imprecisiones tonales, acaba resultando amarga y sin sentido.
La comedia se basa principalmente en los diálogos y las reacciones exageradas de Carrey hacia los demás. El guion no proporciona suficiente material para que él pueda brillar.
Tenía la oportunidad de ser algo verdaderamente especial, pero es lamentable que quienes la crearon no se dieron cuenta o no tuvieron el valor de llevarla hacia su verdadero potencial.
Aquellos que disfrutan más de Hugh Grant y Sandra Bullock que de Ralph Fiennes y Jennifer López deberían ver 'Two Weeks Notice' como la mejor opción de comedia romántica de la temporada.
Un romance exagerado y cursi que, aunque eventualmente te gana con su atmósfera y su buen talente, está lejos de ser la obra maestra de la que has estado oyendo hablar.
Cuando una película resulta ser tan mala, como es el caso de esta, se siente eternamente larga. La única forma de sobrellevarla es tratando de encontrar algo, por mínimo que sea, que despierte nuestro interés en la pantalla.
Probablemente lo mejor de 'The Prince & Me' sea el modo en que la historia no termina en el sitio obvio, sino que sigue mostrando a los personajes, que continúan desarrollándose.