Alucinantemente entretenida y visualmente poderosa. Olé los ovarios de Universal Pictures, una 'major' apostando por un producto rabiosamente moderno y progresista. Un producto que, con suerte, no pasará desapercibido.
Al final, 'A todos los chicos de los que me enamoré' tiene aquello que caracteriza a las mejores y más puras muestras del género: un luminoso halo de esperanza y alegría. El romanticismo feliz no ha muerto.
Otra joya que confirma el salto de calidad de Netflix. Más allá del cuidado técnico, se presenta un retrato humano, repleto de contradicciones y relaciones complejas, que refleja tristeza, miedo y esperanzas frustradas.
[Dolan] continúa siendo fiel a sus temáticas recurrentes, desde la representación de la juventud queer hasta las complejas dinámicas entre madre e hijo, pero lo hace explorando nuevas direcciones en su estilo.
Una animación diferente y dispuesta a dejarte sin aliento. No hay nada convencional en sus imágenes, ni límites que la contengan. Su visión es única e imprescindible.
Para reencontrarse con las emociones del Disney clásico sin pedir nada a cambio. Esta adaptación conserva la emotividad original y expande su narrativa, resultando en una película que se siente más como una secuela que un remake.
Es una adaptación que traslada las palabras a imágenes con una vocación poética y un lirismo, en ocasiones, conmovedor. Sin embargo, la búsqueda de una profundidad emocional tiende a quedarse en la superficie.
La mejor entrega de la saga de Hercule Poirot, dirigida por Kenneth Branagh, presenta un ingenioso y enrevesado misterio de asesinato que resulta sorprendentemente aterrador.
El arma secreta de Marshall es sin duda Halle Bailey, que derrocha carisma. La actriz mantiene a flote la película. Sí, su tercer acto flaquea, pero 'La Sirenita' aguanta el tipo y encuentra destellos de magia.
Esta película es lo suficientemente encantadora como para complacer a los espectadores que buscan algo de romance, aunque no destaca en el enorme catálogo de streaming.
No te dirá nada nuevo que probablemente no supieras, pero es una sentida carta de amor a los periodistas que siguen luchando en las trincheras de una profesión injustamente precaria.
Disfrutable comedia de espías a la francesa con una dosis de emotividad y giros narrativos que la sitúan en un terreno fértil, aunque algo desaprovechado. A pesar de todo, Boon logra destacar con su actuación.