Es como si a esta alegre comedia romántica le estallaran las burbujas de espuma por la repentina invasión de interrupciones dramáticas y música y letras pop poco inspiradas.
Moratto revela su versatilidad al dirigir, logrando capturar emocionantes escenas de acción mientras mantiene la tensión narrativa y equilibra las emociones de manera efectiva.
Para una película centrada en la música, es decepcionante que la canción final no cumpla con las expectativas, mostrando una letra que no alcanza la calidad de las composiciones anteriores.
Seligman y Sennott demuestran un gran dominio del ritmo cómico, mostrando un talento especial para introducir observaciones agudas, miradas significativas y sonrisas que reflejan ironía.
Acaba convirtiéndose en un tenso thriller político, atrapando la atención del espectador a medida que los eventos nos conducen al inevitable show que se produce el día de las elecciones.
Como debut, es una obra cinematográfica impresionante. Aunque el gran elenco y la narrativa de viajes en el tiempo resulta a veces vertiginosa, es una experiencia fantástica para ver.
A veces es dinámica, aunque su narrativa resulta confusa. Presenta una buena cantidad de acción, pero carece de los personajes necesarios para lograr un vínculo emocional con el espectador.
Complejo retrato de un artista en su juventud. Arrastrado a la historia de Max por la apasionada interpretación de Mollica, sigue los altibajos de perseguir la fama.
Es una producción de marca carente de originalidad y vacío en su esencia, lo cual resulta más perturbador que las historias de fantasmas de Internet que han circulado en los últimos años.