Un drama que no se queda en los clichés típicos ni en los conflictos familiares poco creíbles, sino que los aborda como una bendición que enriquece la narrativa.
Es notable la manera en que logra replicar el estilo visual de Alfred Hitchcock, superando incluso los esfuerzos de 'Psycho' de Gus Van Sant en cuanto a su impacto.
Quizás lo más destacado es que respeta el trabajo original. En ciertos momentos, se compara con las obras más sobresalientes de Weegee al presentar una representación cruda y sin sentimentalismos de Nueva York, mostrando su lado más oscuro.
'Batman & Robin' prioriza la estética sobre el desarrollo de personajes y la trama. Se centra en grandes escenografías y trajes llamativos, pero esta ostentación provoca una saturación visual incómoda.
'Get A Life' presentó un baile frenético y caótico que desafió las normas de la comedia de situación, logrando mantener al público entretenido con sus constantes risas.
La película resulta entretenida únicamente cuando Murray aparece, ya que el resto de los elementos se desarrollan de manera bastante predecible y carecen de originalidad.
Como retrato de la identidad y la alienación en la América suburbana, es cien veces más espeluznante y sincera que 'Lost Highway', de David Lynch, de temática similar.