Una comedia de zombis vibrante, potenciada por un guion inteligente, por sus dosis de comedia física absurda (...) y por la química yin-yang que hay entre el eternamente adorable Eisenberg y el bueno de Harrelson.
Encuentra el equilibrio entre el espectáculo delirante y la introspección atormentada gracias en parte a Downey, un gran actor que también es un gran animador.
Un drama que no se queda en los clichés típicos ni en los conflictos familiares poco creíbles, sino que los aborda como una bendición que enriquece la narrativa.
Es notable la manera en que logra replicar el estilo visual de Alfred Hitchcock, superando incluso los esfuerzos de 'Psycho' de Gus Van Sant en cuanto a su impacto.
'Batman & Robin' prioriza la estética sobre el desarrollo de personajes y la trama. Se centra en grandes escenografías y trajes llamativos, pero esta ostentación provoca una saturación visual incómoda.