Un drama que no se queda en los clichés típicos ni en los conflictos familiares poco creíbles, sino que los aborda como una bendición que enriquece la narrativa.
Es notable la manera en que logra replicar el estilo visual de Alfred Hitchcock, superando incluso los esfuerzos de 'Psycho' de Gus Van Sant en cuanto a su impacto.
'Batman & Robin' prioriza la estética sobre el desarrollo de personajes y la trama. Se centra en grandes escenografías y trajes llamativos, pero esta ostentación provoca una saturación visual incómoda.
'Get A Life' presentó un baile frenético y caótico que desafió las normas de la comedia de situación, logrando mantener al público entretenido con sus constantes risas.
La película resulta entretenida únicamente cuando Murray aparece, ya que el resto de los elementos se desarrollan de manera bastante predecible y carecen de originalidad.
Una celebración del amor fraternal en forma de documental sobre un posible homicidio piadoso. Explora, con piedad y compasión, las paradojas inherentes al concepto de homicidio piadoso, un crimen de amor más que de odio.
Me agradó, aunque con bastantes reservas. Costner parece pensar que si una pequeña dosis de azúcar facilita la medicina, un gran volumen de sacarina resultará aún más efectiva.
El resultado revive de manera impresionante un instante crucial en la historia del rock, convirtiendo a Ziggy Stardust en el evento cultural significativo que siempre debió ser.
Heckerling se comporta como una "directora de periódico", alguien que cada mañana lee las noticias, se irrita y busca transmitir su frustración de la forma más caótica que puede.
Explora muchos de los temas favoritos de Schrader -obsesión, venganza, celos, traición, culpa- pero rara vez se han sentido tan vacíos, superficiales o ridículos.