Esta película deja de lado importantes aspectos que podría haber investigado. La decisión de Gagnon de evitar estas profundidades no beneficia a su historia, que se siente repetitiva y puede resultar agotadora para la audiencia.
La conexión entre la fe y las identidades cívicas de Nadeem y Saud con la lucha de los animales por sobrevivir en un entorno urbanizado podría ser más coherente. A pesar de eso, resulta ser un documental muy bueno.