El guión de Santora acelera la narrativa, Herek emplea de manera efectiva el tono, Bear compone una partitura memorable y Lowe resulta perfecto para su papel.
La conmovedora historia personal de Colvin se presenta de manera completamente cautivadora, en gran medida gracias a la dinámica interpretación de Pike.
Mary Tyler Moore supo interpretar a mujeres seguras de sí mismas, felices y honestas al principio de su carrera, y es bueno ver cómo finalmente aprendió a serlo.
Esta película es excepcionalmente hábil a la hora de conjugar las imágenes con la crítica, en una combinación reflexiva, esclarecedora y a menudo conmovedora.
La magnífica ambientación, el tono elegíaco y la compleja interpretación de Krieps nos introducen en el mundo de esta mujer atrapada entre las expectativas de su cultura y sus propios deseos.
Los cuentos suelen enfocarse en el trabajo en equipo, en la importancia de ser auténtico y en la búsqueda de los sueños. En esta ocasión, se añade un elemento poco común: la reflexión sobre cómo abordar los problemas.
Un final decepcionante para una película que comienza con una gran promesa y, más significativamente, un tratamiento decepcionante de un tema que merece algo mejor.
Los momentos que deben ser significativos o conmovedores apenas logran impresionar. Me gustaría ver una película que contara, al menos, con un poco del ingenio y el corazón que caracterizaba a la original.