Siempre hay espacio para una serie familiar que te deja una sensación positiva. Lo más destacado es que, a diferencia de otros contenidos, esta producción de Disney+ aborda temas importantes con seriedad.
'Viejos' se extiende de manera interminable hasta que finalmente llega a una conclusión que, aunque debería provocar inquietud, termina siendo simplemente un gesto de indiferencia.
Es una historia de orígenes y un nuevo comienzo, pero ninguna de las dos partes es interesante. Tiene muchos fragmentos poco memorables que acaban agotando a los espectadores hasta llegar a un clímax decepcionante.
Esta animada adaptación de Lee combina de manera excepcional lo teatral y lo cinematográfico, explorando no solo la historia de Nwandu, sino también su experiencia personal.
El surrealismo sutil de 'Black Box' se revela en un impresionante y complejo tercer acto. Este debut promete que el director permanecerá en el panorama cinematográfico por mucho tiempo.
El tipo de película de terror que se vuelve personal para cada espectador; si uno no tiene miedo de los conceptos más tangibles de su historia, Mitton hace un trabajo creíble y cuidadoso al evocar los conceptos más etéreos.
Ivy Meeropol crea un fascinante entramado de puntos de vista contrastantes entre humanos y animales, ofreciendo una experiencia más cautivadora e inteligente que la habitual en los programas sobre tiburones.
Una de las películas sobre viajes en el tiempo más inteligentes en años. Indudablemente, es el trabajo de un cineasta del que quieres ver más cosas pronto.
Las malas comedias románticas parecen automatizadas, mientras que las buenas logran compensar la falta de sorpresa y realismo con su carisma. Esta película destaca entre las mejores, brillando con intensidad.
'Salt and Fire' es el resultado de un gran director que produce una obra desafortunada. Aunque la idea inicial es intrigante, en lugar de ser absorbido por la historia, te queda la duda de la razón de ser de este proyecto.
Es una opción entretenida para disfrutar de este carismático actor, aunque la película y su título parecen estar más dirigidos a Arquette que a la audiencia.
Este documental actúa como una exploración formal en la carrera de Jonah Hill, presentando una profunda y conmovedora meditación sobre su trayectoria en Hollywood.
Es un homenaje a lo digital, donde los efectos especiales dominan tanto que se pierde la esencia de la comedia, la emoción de las escenas de acción y la capacidad de asombro.