No necesitaba durar 2 horas y 35 minutos; hay demasiada conversación trivial. A pesar de eso, las escenas más aterradoras resultan bastante convincentes. Es una película que invita a la reflexión y genera un debate profundo.
Es rica en imágenes y sorpresas, dos aspectos en los que Lang era excelente. El director transmitió con mucha brillantez una sensación de estar atrapado.
Al ver 'The Mother and the Whore', te transportas a los años 50, un tiempo de cine lleno de desafíos. Surge la pregunta de si realmente hemos evolucionado en nuestra comprensión sobre el cine, la actuación y las dinámicas entre hombres y mujeres.