Más allá de cualquier objeción, se percibe el esfuerzo y el entusiasmo tanto delante como detrás de las cámaras. No se trata de un producto desalmado hecho únicamente para aprovechar una posible franquicia.
No le alcanza con la mística de la música pop de los 90. La historia es demasiado genérica. Subtramas sobre lazos familiares perdidos y el prejuicio hacia los demás se resuelven de manera demasiado rápida, sin lograr integrarse con armonía.