Una historia convincente, pero combinar el drama realista y duro sobre el abuso doméstico y el estar sin hogar, con una trama de solidaridad debilita la base de este película, por lo demás admirable.
La película de Carla Simón es una auténtica delicia. Un lamento por un mundo que se nos escapa de las manos y que cobra vida vigorosamente gracias a un elenco de personajes vívidamente perfilados.