Un grupo de actores de gran talento son mal dirigidos para ofrecer interpretaciones tan exageradas, que es un milagro que nadie se ahogue con el decorado.
Se presenta un documental impactante que narra una historia repleta de horror y tragedia, pero a su vez destaca por momentos de valentía, compasión y humanidad.
El tono de la película rebosa optimismo, y las escenas del concierto, a pesar de que solo disfrutamos de unas pocas melodías, son igualmente vibrantes y cautivadoras.