Su mejor virtud es la capacidad que tiene para exprimir al máximo a su trío protagonista hasta que no da más de sí sin derramar una sola gota de sangre.
Es una película que tiene un gran significado para muchos, incluyéndome a mí. Sin embargo, no se trata de explorar en profundidad, sino de resaltar aspectos importantes.
Te atrapa por el cuello y no te deja ir. Es brutal. Es sangrienta. Una pasada de película. Su fuerza reside en cómo Parker representa el descenso de su personaje: primero a los infiernos y después a la locura.