Una aportación con olorcillo a entrepierna y tufillo a axila a la obra de Larry Clark centrada en los skaters, esta película con sede en París funciona como un 'Kids' francés.
Juris Kursietis demuestra una gran empatía hacia su material en 'Modris', ofreciendo un retrato naturalista que sigue la tradición de 'My Dog Killer' y las primeras obras de los hermanos Dardenne.
La historia puede ser explosivamente divertida en algunas partes, pero en general resulta demasiado familiar, confiando más en su elenco de actores que en el propio material para ganarse el favor del público.
Gia Coppola demuestra tener buen ojo en un debut remarcable sobre la adolescencia desperdiciada, que recorre largos caminos para desarrollar a sus personajes y convertir la experiencia en algo con significado.
Desgarradoramente auténtica, cuenta con mucho realismo las frustraciones y anhelos adolescentes le sonará familiar a cualquier adolescente que haya crecido en una pequeña ciudad americana rural.
Esperando hacer por los zombies lo que la saga 'Crepúsculo' hizo por los vampiros, aunque a una escala menor, el guionista y director Jonathan Levine convierte la novela de Isaac Marion en una atractiva película romántica.
'Moonrise Kingdom' representa una especie de Nunca Jamás sin magia: un instante fugaz en el que el mundo parece diminuto y un amor ingenuo tiene el poder de consumirlo todo.
'Mud' se presenta como un simple cuento de aventuras adolescentes, pero explora un rico filón de preocupaciones adultas, explorando los códigos de honor, el amor y la familia.
'Chronicle' abarca inteligentemente el formato como un atajo para una nueva clase de naturalismo, invitando al público a suspender su incredulidad y a unirse en la fantasía de poder hacer cualquier cosa con sus mentes.
Potter parece perderse al comunicar sus ideas en agonizantes elipsis, dejando al público maravillarse con la maravillosa puesta en escena y el pelo rojizo de su heroína.
El debut como director de Geoffrey Fletcher resulta ser hermoso, aunque de una manera completamente distinta. Sin embargo, se aleja notablemente del enfoque que utilizó al adaptar la novela 'Push' de Sapphire.
Es el lado humano del personaje lo que hace que McCarthy ofrezca su mejor interpretación hasta la fecha, con reflexiones evocadoras sobre la amistad, la soledad y la inseguridad creativa.
Julianne Moore nos guía a través del arco trágico de lo que uno debe sentir al ir desapareciendo ante sus propios ojos, llevando a cabo una de sus más poderosas interpretaciones.
Reichard se especializa en narrativas sencillas, a veces tan depuradas que se instala el aburrimiento. 'First Cow" puede ser austera, pero ofrece un amplio espacio para reflexionar.