Aunque no es especialmente artística, hace honor a aquellos que permanecen fieles a sus convicciones. Parece no tanto una fábula sobre milagros que otra película exploitation sobre exorcismos.
Un aburrimiento épico. Los eventos en cuestión merecen algo mejor que un melodrama excesivamente sentimental, donde un triángulo amoroso poco convincente eclipsa la tragedia.
Es una buena alternativa al tono mugriento de los anteriores retratos regionales de Dumont, aunque todavía tiene que perfeccionar este nuevo tono alocado.
En manos de Sharrock, 'Wicked Little Letters' es un relato entretenido de lo que parece una forma primitiva de las actuales guerras en línea, donde la gente toma partido mientras los comentaristas se menosprecian abiertamente unos a otros.
Perfecta comedia de costumbres, esta espléndida sátira no solo se beneficia de ser inédita en pantalla, sino también del talento del director Giannoli para encontrar el tono adecuado con un material tan delicado.
Siendo fiel al carácter discreto de Eastwood, 'J. Edgar' ofrece un tratamiento respetuoso a un tema potencialmente escandaloso, pero un enfoque algo más atrevido a lo Oliver Stone podría haber conseguido una película más viva.
Una epopeya histórica que se centra en el genocidio ucraniano - o la hambruna soviética de Ucrania en los años 30 - se empantana en un romance fallido.
Se sitúa en el ámbito de los primeros trabajos de Miyazaki, lo que es a la vez reconfortante y ligeramente decepcionante. No ha hecho nada que empañe su filmografía. Tampoco la ha ampliado como lo hizo 'Spirited Away'.
No es la clase de historia que atonta la inteligencia del espectador. Sin ser explícita, logra que el público no tenga que esforzarse demasiado para seguirla, permitiéndole enfocarse en otras satisfacciones.
Gary Oldman ofrece una de las interpretaciones más destacadas de su carrera, elevando el trabajo interno del gobierno británico a una cautivadora obra de entretenimiento accesible.
Un biopic literario que resulta visualmente impresionante y conservador. Si bien todo resulta razonablemente interesante, carece de la carga dramática que uno esperaría.
A pesar de un guion deficiente, Sandberg logra crear algunos momentos de terror efectivos. En lugar de enriquecer de manera significativa este universo, su objetivo parece ser simplemente llevar a la franquicia de 800 millones de dólares a superar la marca del billón.