Trabajando con un guion potente, Fiennes otorga una gran intensidad a su película, logrando sumergirnos en la vida de Nureyev y en su fascinante proceso de reinvención.
Es una obra maestra dura que indaga en nuestro pasado violento. Bigelow nos sumerge en el corazón de un suceso histórico brutal, permitiéndonos observarlo y sentirlo por nosotros mismos.
Un potente provocador cinematográfico. La película de Larraín, una de las más destacadas del año, resulta apropiadamente complicada de clasificar y es inolvidable.
El guión de Helgeland es inestable, no está al nivel de la ganadora de un Oscar 'L.A .Confidential'. Sin embargo, Hardy es un espectáculo por sí mismo, un actor volando sin red y pasándoselo bomba.
La Teoría del todo es una exploración de la ciencia, una provocación emocional y una historia de amor única, todo esto se entrelaza en una película excepcional.
Musicalmente, la película es un milagro. En contraste con la introspección de Cusack, Dano se entrega por completo a su papel como Brian Wilson, brindando la interpretación por la que se crean los galardones.
Si esperas algo cálido y entrañable, no conoces a los Coen. Esta película es seria y a la vez divertida, espiritual en su esencia, hiriente en su tono y provoca una profunda incomodidad.
Llámala la 'Scarface negra' o 'El Padrino de Harlem', o simplemente una película endiabladamente excitante, de hecho ya aparece como contendiente principal a importantes premios.
No se puede negar la habilidad de De Niro para hacer que esta mordaz epopeya callejera esté llena de acción y humor, sin sacrificar intimidad. Es un director de actores sublime.
Su terror es tímido y está demasiado mal hecha como para aterrar a alguien mientras duerme. La maldición la vivirán aquellos que han sido estafados por el precio de la entrada.